“La verdad que había tres restaurantes importantes, el Narguila, el Óscar y el Giulano. Hemos quebrado dos restaurantes, además de un hotel con aire acondicionado. Nos hemos visto obligados a cerrar porque el turismo representaba el 50% de los ingresos”, afirmó.
Ponce sostuvo que anualmente se recibía a 10.000 turistas. Alrededor de 4.000 turistas visitaban el balneario dos veces al año. “Yo he perdido alrededor de Bs 1 millón al año. Ahora no percibo nada. Tengo que vender mis cosas para poder pagar al banco y buscarme otra actividad, hasta que esto retome”, indicó.
Ponce recordó que desde hace dos meses súbditos israelíes ya no ingresan a la capital de la provincia Ballivián, departamento de Beni, y que eso trae perjuicios al turismo
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