La creación del hotel Palacio de Sal en el Salar de Uyuni, Bolivia, se dio el año 1998 por la loca iniciativa de un hombre hidalgo, Juan Quesada Valda, pionero en los hoteles de sal en el mundo. La idea innovadora y creativa de Juan, fue construir un hotel cien por cien de sal (paredes, techos, mesas, sillas y otros), en pleno Salar de Uyuni.
De arquitectura única y sui generis, su objetivo es brindar a los visitantes, turistas y gente aventurera, un lugar donde encontrar el equilibrio con la naturaleza y disfrutar un descanso placentero e inolvidable.
Para el 2004 el Hotel fue trasladado a orillas del Salar, con la sola intención de ofrecer un servicio acorde a las exigencias de los clientes. Desde entonces, lo exótico, lo moderno y lo autóctono, se combinan para crear, en una superficie de más de 4.500 metros cuadrados, el primer hotel de sal del mundo, un atractivo turístico digno de conocer.
Como atractivo especial, la vista de la inmensidad del Salar es maravillosa, sus noches estrelladas que exaltan el espíritu, las puestas de sol y los cambios de color que se producen. Todo este espectáculo puede ser admirado desde el mirador al que se accede desde el lobby por una escalera hecha de sal. Una vista deslumbrante de 360 grados especialmente acondicionada para disfrutar cada momento como único.
“El Hotel cuenta con 42 habitaciones (suite, vip y estándar), equipadas con todo el confort de la hotelería moderna, como baño privado, agua caliente y fría, calefacción central y/o eléctrica, entre otros. ”
“El comedor tiene ventanales amplios que brindan singulares imágenes que enmarcan el Salar, en un ambiente acogedor; el comedor tiene las comodidades que permiten un deleite con exclusivos y exquisitos platos elaborados a base de sal.”
“La majestuosidad del hotel impacta desde su lobby, que se levanta imponente en sal brindando una acogedora bienvenida así como el preludio de una experiencia que, garantizada, será única y exótica.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario