sábado, 4 de marzo de 2017

El hospedaje casero crece con el internet; la hotelería está en alerta




00:00 / 26 de febrero de 2017

El alquiler temporal de habitaciones o viviendas particulares a viajeros florece de la mano de la tecnología. El negocio se presenta como una opción de hospedaje en Bolivia y puso en alerta a la hotelería nacional, la cual considera al servicio como una “amenaza”.

“Hola a todos! Soy de La Paz, Bolivia. Me esfuerzo por la calidad, la limpieza y el buen servicio al cliente. Dame una oportunidad”, escribe Luis en airbnb.com, una de las páginas web que ofrecen a viajeros de todo el mundo acceso a alojamiento temporal no convencional.

Airbnb, un diminutivo de airbed y breakfast (“colchón inflable” y “desayuno”), es un emprendimiento fundado en 2008 que permite la publicación, identificación y reserva de viviendas particulares en 34.000 ciudades de 191 países, en los que brinda el servicio a unos 60 millones de huéspedes a través de al menos 1,5 millones de personas, que por un pago ofrecen hospedaje en sus domicilios.

En Bolivia, la plataforma tiene registrados a más de 700 anfitriones en el eje troncal: 140 en Cochabamba, 260 en Santa Cruz y 300 en La Paz, quienes poseen —como todos en esa comunidad virtual— una cuenta en la que los usuarios de sus servicios pueden escribir sus opiniones.

“Luis es un gran anfitrión, no tengo nada malo que decir de mi estadía en su apartamento. El espacio es grande y nos ayudó con todo lo necesario; lo recomiendo porque está situado en un gran barrio, cerca de restaurantes y supermercados”, afirma Asdrubal, un estudiante brasileño.

Pero en este negocio las cosas son serias y no todo es color de rosa. “Reservamos con meses de anticipación. A la llegada —y porque otros turistas no habían salido—, Oswaldo nos llevó a una habitación improvisada en la terraza de su casa, como si nosotros no fuéramos a notarlo”, protesta Andrés en el muro de otra cuenta.

Según F. V., otro actor de la plataforma, el negocio prospera por varios factores, entre ellos las opiniones de los huéspedes. Los comentarios “pueden ayudar o ser lapidarios. Hay que esforzarse. Yo tengo como anfitrión una calificación (máxima) de cinco estrellas”.

Los arrendadores en la sede de gobierno cobran desde $us 10 por noche (si se trata de una estadía mínima de tres días) hasta 78. Los pagos son electrónicos y se realizan exclusivamente a través de Airbnb, que cobra una comisión de al menos 3% por vincular al viajero con el anfitrión.

F. V. cobra, por ejemplo, $us 26 por día. Esta forma de obtener ingresos adicionales “tiene mucho éxito en el mundo (...). Algunas veces se gana $us 300 al mes y otras el doble si hay eventos en la ciudad. Eso ocurre en toda Bolivia”. Este tipo de servicios, agrega, es “preferido” por los turistas, porque pagar una habitación de hotel “puede salir bastante caro”.

Las tarifas pueden incluir o no desayuno. El turista debe pagar un monto adicional si desea los servicios de limpieza, lavandería o cocina. Las cortesías, como bocaditos o transporte desde el aeropuerto hasta el domicilio, son parte de las estrategias de los anfitriones para tentar a los huéspedes, quienes también pueden beneficiarse de descuentos si alquilan una habitación toda una semana o todo un mes.

Otros atractivos pueden ser la ayuda para tramitar visas o una guía para que los visitantes puedan recorrer la urbe.

Pero Airbnb no es el único sitio en el que el viajero puede encontrar este tipo de ofertas, también las hay en HouseTrip, Only-apartments, HomeAway. IntercambioCasas, Room4exchange, Wimdu Rentalia y Niumba, entre otros.

La proliferación de estos servicios con ayuda de las redes tecnológicas “es una gran amenaza para la hotelería formal, es decir, para todos aquellos quienes pagamos impuestos”, dice a La Razón el presidente de la Cámara Hotelera Nacional (CHN), Luis Ampuero.

DINÁMICA. Estos emprendimientos “generan poco empleo y no benefician a los gobiernos (central y subnacionales). Además, son inseguros para el país porque esos visitantes no son reportados oficialmente en Interpol o migración”, afirma.

Teresa Chávez, exdirectora de Promoción Turística del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, califica la actividad como “piratería terrible” y considera que, en este caso, la regulación debe partir de “la Gobernación”.

El alquiler temporal de habitaciones en inmuebles privados “ayuda a la actividad turística”, porque “hace más accesibles los costos” de hospedaje. Sin embargo, representa también “una competencia desleal para los hoteles, ya que ellos tienen que cumplir con cargas administrativas y sociales”, mientras los negocios particulares “se mueven de manera informal”, considera por su parte Raúl Pérez, asesor de la Agencia Municipal para el Desarrollo Turístico La Paz Maravillosa.

Estos servicios comenzaron a abundar “hace unos dos años”. En 2016, recuerda, ya hubo reclamos del sector a la Alcaldía de Santa Cruz por lo vivido durante la Expocruz. “Normalmente, los hoteles se llenan esos días, pero el año pasado disminuyó” la cantidad de huéspedes “por este tema”, sostiene el presidente de la CHN.

“Este fenómeno lo estuve viendo en internet desde hace un año y medio. (Antes) sí se alquilaban algunos departamentos, pero eran muy pocos. Ahora hay diferentes portales”, comenta Helga Cisneros, vicepresidenta de la Cámara Hotelera de La Paz.

Los turistas “extranjeros prefieren esos servicios por el precio porque alquilan un departamento a $us 70 el día, lo que equivale a una tarifa de un establecimiento de cuatro estrellas. Y claro, en vez de una habitación (de hotel) tienen un departamento”, añade.

F. V., por ejemplo, ofrece su apartamento familiar desde agosto del año pasado. “Teníamos disponible el departamento de mi mamá, quien se mudó a otra casa, y decidimos hacer la prueba. Gracias a Dios nos va bastante bien. La gente toma el lugar, no se ocupa todos los meses, pero llegan”.

“Yo trato que la experiencia (en el lugar) sea como en un hotel. Pongo toallas, champú y jabón y les dejo agua, tasas, platos, cubiertos, internet y tableta”, cuenta.

Ampuero indica que el rubro hotelero aún “no tiene una posición articulada” sobre el tema y adelanta que ésta se definirá en marzo, en el Congreso de la CHN.

“La competencia no es un problema siempre y cuando las reglas sean iguales para todos y un hospedaje legal cuenta con patentes y licencias”, asevera Cisneros.

“Es un tema central que vamos a tocar” con las autoridades pertinentes, manifiesta el titular de la CHB. “En el ámbito internacional”, a este tipo de negocios “les impusieron límites y les exigieron grados de formalidad. En nuestro país no hay normas y crecen aceleradamente”, así que “tenemos que hacerlo”, que regularlos, dice.

No hay comentarios:

Publicar un comentario