Es innegable que el cuidado del medio ambiente resulta de gran importancia para preservar la naturaleza. En el último tiempo se están impulsando construcciones ecológicas con el objetivo de concienciar a las personas sobre la importancia de interactuar con la naturaleza de una forma responsable. En Bolivia existen pocas construcciones con estas características.
Por esa razón, Rolando y Ema Mendoza construyeron el hotel ecológico Colibrí Camping para impulsar el turismo desde una perspectiva ecológica.
La iniciativa surge como una alternativa para alejarse de la ciudad, a veces caótica, por algunos días y disfrutar en armonía con la naturaleza de paisajes naturales, espacios de relajación, actividades turísticas, comida saludable y programas de voluntariado. Actualmente se encuentra en prueba piloto.
Al llegar al sitio, Rolando Mendoza, propietario del hotel Colibrí Camping, sonriente y con una mano sosteniendo la puerta de ingreso le dio la bienvenida a Página Siete. Una vez dentro del lugar, lo primero que se percibe es la vista panorámica de la "Muela del diablo y del Valle de las flores, sintiendo de cerca el vuelo de las aves y los colibríes, el aroma de los árboles frutales y las kantutas cuyo color y forma cautivan a más de uno.
A pocos metros del ingreso se observa un mirador construido de madera, al igual que las mesas, sillas y los soportes de las hamacas que lo rodean, donde un grupo de turistas voluntarios disfrutan del paisaje natural. "El lugar es muy bonito, las vistas son las mejores. Además de disfrutar de este espacio, ayudamos a la comunidad en programas de voluntariado”, manifestó Arthur Zegarra, turista voluntario.
Los turistas transitan por caminos de piedras que conectan a todos los espacios del hotel y que son un complemento del paisaje terroso. Llama la atención de los visitantes los materiales reciclados y las fuentes de energía que son parte de la construcción del baño, cocina, parrillero y cabañas del lugar.
"Por ejemplo, el baño está construido en forma circular con la ayuda de botellas de vino; las puertas y los marcos de las ventanas son de bambú. El color verde del techo proviene de las plantas, especialmente en época de lluvia”, describió Mendoza.
Otra característica creativa e innovadora de la infraestructura que cumple con el cuidado del medio ambiente son los paneles solares elaborados con botellas PET cuya función es calentar el agua para suministrarla a todos los espacios del hotel. Actualmente existen dos fuentes de energía con estas características.
En la mañana, rodeados de vegetación y cabañas, los turistas preparan su propio desayuno o también puede consumir el que sirve el hotel. "En la mañana un grupo de turistas prepararon un queque en el horno solar. El hotel también ofrece desayuno en el que se sirven alimentos naturales, ya sea del lugar o de productores cercanos a la zona como por ejemplo: frutas, leche, yogur, pan y queso”, nos explica el anfitrión.
Durante la mañana y la tarde, el hotel ofrece visitas al Valle de la luna, Valle del sol, Valle de las flores; caminatas a la Muela del diablo; paseos en caballos; recorridos en cuadra tracks; y programas de voluntariado. "Disfrutamos de estar aquí, es como estar en nuestro hogar, la gente es muy cálida y nos gusta ayudar a la comunidad a través del voluntariado”, señaló Leighanne Pawles, turista voluntaria.
En la noche, el atractivo se concentra en las áreas de fogatas donde se reúnen en grupos para entablar conversaciones, disfrutar de una comida o del cielo estrellado libre de contaminación lumínica. También lo hacen de la misma manera en la tina de agua caliente con platas locales: lavanda y eucalipto, con capacidad para cuatro personas.
Luego de concluir con las actividades del día, los visitantes se dirigen al área de camping o de cabañas para descansar hasta el día siguiente. "Tenemos tres cabañas, una con capacidad para cuatro personas y las otras para dos personas, y en el área de camping un espacio para doce carpas”, dijo Mendoza.
La solidaridad caracteriza a Rolando y Ema Mendoza, quienes hace 10 años reciben a jóvenes voluntarios de Bolivia y el exterior, la mayoría llega para apoyar en proyectos sociales al distrito 20 de la ciudad de La Paz, principalmente a Mallasa y Jupapina.
"Apoyamos al centro infantil, colegios, guarderías y a la escuela de fútbol. Los jóvenes y las familias de nuestra comunidad realizan diferentes emprendimientos para recibir a los turistas nacionales y extranjeros que llegan como voluntarios, ellos les enseñan inglés a los jóvenes de nuestra comunidad. También hacemos actividades como show de talentos, esto se hace para vincular a los turistas con la comunidad”, aseguró Rolando Mendoza.
Según Rolando y Ema Mendoza, el hotel ecológico Colibrí Camping se encuentra atravesando una prueba piloto que está cumpliendo sus expectativas. En septiembre tienen previsto inaugurarlo de manera oficial. Empero, los turistas nacionales o extranjeros puede hospedarse el momento que gusten.
Punto de vista
Melina Balderrama Ingeniera Ambiental
Es importante este tipo de iniciativas
Desde el punto de vista de gestión ambiental es importante porque muestra la responsabilidad tanto de los dueños como de los visitantes. Al visitar este tipo de hoteles los huéspedes aprenden conceptos de reciclaje, gestión de residuos, uso eficiente de energía eléctrica y recurso hídrico. Es importante no solamente por el hecho puntual de ser un hotel ecológico, sino por el efecto multiplicador que tiene en la sociedad.
Hay tres ámbitos fundamentales en el cual los hoteles como el Colibrí Camping pueden potenciar su impacto: la gestión de residuos sólidos, el uso eficiente de energía eléctrica y el uso eficiente del recurso hídrico.
El uso de tecnológicas sencillas son importantes; por ejemplo, la calefacción termo solar y el uso fotovoltaico de energía eléctrica. Esto nos hace ver que la tecnología no puede ir desasociada del tema ambiental.
Es fundamental encontrar el equilibrio entre lo económico, social y ambiental. La responsabilidad con la sociedad es de gran importancia para el medio ambiente debido a que ayuda a reducir la huella de carbono y al mismo tiempo aumenta la biocapacidad que permite crear sostenibilidad.
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